A pesar de la inflación, el gasto mundial en TI seguirá creciendo, impulsado por el despliegue del uso de la nube y las aplicaciones empresariales.
La infraestructura que se emplea actualmente es, sin duda, más compleja que nunca. El almacenamiento, las redes, los servidores virtualizados y las aplicaciones basadas en microservicios están repletos de complejidades y muchas de estas surgen de interacciones y problemas de compatibilidad entre las distintas capas.
Desde antes de la pandemia por el COVID-19, los ciberataques ya estaban en aumento, el trabajo remoto derivado de ésta solo incrementó aún más el riesgo a través de phishing, malware relacionado con el COVID-19, firewalls y actualizaciones de parches y software. Lamentablemente los ciberdelincuentes han aprovechado las vulnerabilidades del trabajo descentralizado y los sistemas de TI para encontrar grietas por donde filtrarse.
Actualmente, casi todo lo que realizamos en nuestro día a día sucede en la Nube, ya sea acceder a nuestra información, compras online, pago de servicios o hasta llevar a cabo nuestro trabajo de oficina sin importar desde dónde lo hagamos.
Tecnologías como la detección de extremidades y la reproducción de partidos de fútbol en mundos virtuales dentro de los videojuegos y los deportes motivan a que las opciones de entretenimiento sean cada vez más interactivas e inmersivas. Por ello, la FIFA está considerando aprovechar herramientas tecnológicas, como la Inteligencia Artificial, el Machine Learning y los NFTs, para satisfacer las experiencias de los espectadores y los jugadores durante los partidos de la Copa Mundial de Qatar 2022.
Actualmente, el uso de la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático (machine learning) son clave para eficientar procesos en las empresas y ofrecer una mejor experiencia a los clientes mediante la automatización, la organización, el análisis de datos de sus servicios y operaciones.
El cloud computing es una tecnología que proporciona acceso remoto a diferentes servicios a través de Internet, gracias a su amplia gama de opciones que van desde almacenamiento, bases de datos, envío de correos, inteligencia artificial y aplicaciones hasta para ver películas en línea se ha convertido en un servicio imprescindible no solo para las empresas.
La tecnología impulsa casi todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde el trabajo de los empleados y lo usuarios para realizar operaciones por medio de bienes y servicios, hasta la facilidad de las personas para realizar tareas diarias como cuidar su salud o poder comunicarse con sus seres cercanos. Es decir, la tecnología ayuda a aumentar la eficiencia y la productividad tanto de las empresas como los individuos.
¿Estás explotando al máximo los datos de tu empresa? ¿Sabías que con la cantidad de información disponible y la tecnología adecuada se pueden analizar grandes volúmenes de ésta para tomar decisiones estratégicas e implementar soluciones basadas en multitud de variables?