La tecnología juega un papel muy importante en los desafíos de la vida cotidiana, por lo que no es de sorprenderse que cada vez escuchemos hablar más sobre innovaciones y herramientas tecnológicas para la gestión de los recursos medioambientales, sociales y económicos con la finalidad de reducir las emisiones de carbono y los residuos, así como la eficiencia energética, entre otros factores que permitan mejorar el impacto ambiental.
Mayor conciencia del medio ambiente
Durante los últimos años los consumidores han cambiado sus costumbres y hábitos al mostrarse preocupados sobre el impacto de sus compras en el medio ambiente y la sostenibilidad. Por lo que, las empresas han apostado por realizar acciones e iniciativas para reducir su huella de carbono como crear productos fabricados con materiales ecológicos y reciclables, centros de datos más verdes y otros. Obviamente, herramientas como blockchain, inteligencia artificial y el Internet de las cosas (IoT) tienen un papel fundamental al realizar análisis predictivos para el desarrollo de soluciones que contribuyan a preservar los recursos del planeta.
Acciones eco-sostenibles más usadas
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Implementación de células solares: Las ventajas del uso de esta tecnología se centran en la reducción de costos de energía y el uso responsable de sus recursos. Lo pueden usar las empresas y cualquier persona. De hecho, ya se venden cargadores para celular y electrodomésticos solares.
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Firma electrónica: Permite a las empresas y a las personas particulares agilizar los procesos al emitir, firmar y registrar transacciones, acuerdos y más de manera inmediata, mejorando así la rentabilidad y optimizando los recursos sin tener que recurrir al uso del papel.
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Cloud Computing: La migración al Cloud permite a las organizaciones reducir las emisiones mundiales de carbono (CO2) a 59 millones de toneladas anuales, lo que es equivalente a retirar 22 millones de coches de circulación. Además, entre sus beneficios están los ahorros energéticos, mayor flexibilidad en la carga de trabajo y mejores índices de uso de los servidores. Lo cual se traduce en una mayor rentabilidad para los centros de datos de las empresas.
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Inteligencia Artificial: La capacidad de la IA para recoger, analizar y procesar información permite automatizar tareas, lo cual reduce el uso de dispositivos, recursos y materiales en las empresas. Actualmente se ha empezado a implementar «Algoritmos Verdes» o «Green IA» para alcanzar un equilibrio entre el volumen de datos necesarios, cantidad de tiempo para entrenar el modelo y el número de iteraciones para optimizar parámetros.
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Baterías de Hidrógeno: Las baterías de hidrógeno no generan emisiones de carbono, pues el hidrógeno es un combustible sostenible, los productos de desecho no son más que un poco de calor y agua.
Definitivamente, la tecnología no solo nos facilita las tareas diarias, sino que también ayuda a mejorar la calidad de vida al cuidar los recursos naturales.
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